Acepto el reto, ¿y tú?

Hace poco leía un artículo que arrojaba una crítica burlona contra la incongruencia lingüística que anda sufriendo últimamente nuestra sociedad. Yo misma puedo entonar el mea culpa pero no desde la vergüenza o la frustración, como pudieran pensar algunos, sino desde la fascinación por mejorar y la más profunda admiración a aquellos que van un paso por delante de mí y de los que tanto puedo aprender.

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